Por Ernesto Sanz, para Clarín
El 30 de octubre de 1983 comenzamos a escribir el período más largo de democracia continuada en la Argentina. Cambios de gobierno, tempestades económicas, divergencias políticas y retos a la frágil democracia de los 80 no pudieron quebrar una decisión tomada por el pueblo: los argentinos elegimos en las urnas y entre todos . No fue solamente la conquista de la democracia formal lo que los argentinos ratificamos esa histórica jornada: la opción entre quien pedía justicia ante quien convalidaba el olvido también fue una definición popular sostenida durante treinta años .
Aun cuando en incipiente proceso democrático hubo decisiones a menudo contradictorias, la memoria, la justicia y la verdad se mantuvieron altas por vocación popular.
Seguramente, las principales preocupaciones que cualquier ciudadano expresó ese domingo de 1983 están cumplidas .
De las inquietudes del presidente electo en 1983 quedan muchas por resolver: la transformación socioeconómica que sólo posibilita el desarrollo sigue siendo una materia pendiente. Hoy hay que apostar a un modelo que vincule un Estado promotor, empresarios socialmente responsables y trabajadores incluidos en un modelo solidario . La inclusión social, que ya en los 80 era una demanda social extendida, hoy es ineludible.
Es imposible construir una nación con el 50% de los trabajadores desempleados, subempleados o no registrados. No hay un país con futuro si 4 de cada 10 niños viven en la pobreza. La nación es una construcción colectiva con fundamentos en un pasado común y expectativas en un futuro conjunto: no se puede construir en un marco de disgregación y exclusión.
En 1983 la elección fue republicana, bajo la opción “vida y paz”. Hoy, 27 años después, la atención al desarrollo y la inclusión se vuelve urgente. Cuando algunos se animan a cuestionar desde los gestos y las acciones la opción por la vida y la paz, la dirigencia política de una sociedad que quiere volver a ser nación debe doblar la apuesta: “Argentina en vida y en paz; en busca de solidaridad y desarrollo, con inclusión social”.